domingo, 13 de julio de 2008

De nuevo Furcas.

“La gente en el camino son vulnerables y confiados. Respeta eso. Si faltas a estas reglas, perdónate a ti mismo y promete ser más correcto en el futuro.
Lleva a cada persona que es atraída por ti al próximo cruce de caminos, bésala en ambas mejillas, y envíala por su camino, deseándole buena suerte. Ese es el modo sagrado.”

Stuart Wilde. “33 pasos para reclamar tu poder interior”

(Fragmento del paso 25)




Hay instantes sutiles
que si se perciben
quedan inscritos
en las sensaciones de las vidas

(hambre, vértigo, cansancio, aliento)

y que funcionan como metáforas
un tanto crípticas

y a la vez como normas de comportamiento

como estas con las que Luciano me apercibe

de vez en cuando
para evitarme ciertos conflictos internos

como si siguiera mi vida
en la distancia
me mirara paternal con esos ojos pausados
de persona que lo comprende todo

y aquello que supuse una gran responsabilidad
se convierte en un agradecimiento infinito.

3 comentarios:

Lara dijo...

Luciano y tú.
Tú eres un poco Luciano.
Y eres mucho Roberto.

NáN dijo...

Es bueno contar con alguien que estando dentro te ve desde la distancia.

Y es bueno también saberlo y agradecerlo.

Rober dijo...

Amigo Nán, a veces te encuentras con personas que llevan una existencia mucho más parecida al verbo vivir de lo que podías llegar a imaginar. Esto incluye una perspectiva de las cosas y un posicionamiento vital que solamente puedes aprender a través de la observación y de la escucha atenta de los ruidos del quehacer cotidiano. Luciano trata con el mismo cariño a la persona que llega como al tallo que planta. Luciano comprende que hay energías e intenta analizar cómo fluyen seas una persona o un vegetal (metafóricamente hablando esta vez).

Él, sobre todo, diría: evita convertirte en un gurú.


Pero no sólo Luciano.

Afortunadamente os cruzáis ante mí vosotros, que sois verdaderos bichos; especialistas de la vida que de forma intuitiva sabéis qué es lo que hay que hacer. Estoy seguro que también en vuestras cabezas las dudas hacen su trabajo, a base de giros impredecibles que rompen continuamente esa cuerda de esparto o cáñamo (según actitudes) que uno tiene que ir trenzando de forma infinita, mezclando lo más hábilmente que puedas una de historia, otra de mitología y otra más de relación con el medio.

Lara os llama diabolinos o diamantinos (diferenciando ambas categorías con interpretaciones subjetivas que nunca he llegado muy bien a comprender) David j., más sobrio él, se inventa algún latinismo (cada vez diferente y cada vez igualmente falso o verdadero según se mire) Ronaldo hablaría de bestias con formas de cocodrilo o de cerdo o de isla. Lo de bicho lo inventó Paco, aunque él lo dice con menos gracia, para qué vamos a engañarnos. Joao, por ejemplo, es uno de estos buenos bichos. Y Rebeca y Amalia y Miguel Ángel. Y tú.


Algunos bichos antiguos llevan mucho tiempo sin aparecer por mi vida. Son como descansos biológicos que a veces permiten tu expansión. Pero no importa tanto cuando llegas a comprender que hay bichos en todos los rincones del mundo, hasta en los sitios más feos puedes encontrarte uno o dos o hasta una reunión de formidables bichos. Nada más hay que saber diferenciarlos.