no está roto, sólo un poco desordenado

A veces se pierde un poco el color o los matices se hacen demasiado irreales. No importa. Lo suyo es recomponer, hasta donde las circunstancias lo permitan, cada pieza e ir probando a ver cómo encajan. Nadie me enseñó nunca a hacerlo (mucho me temo que este tipo de cosas importantes no se pueden enseñar, nada más pueden aprenderse) por este motivo, decía, yo tengo mis propias reglas, bastante generales y con predisposición a ser reinterpretadas según vengan al caso. Así, si varias piezas no encajan, conviene limar un poco cada una de ellas o construir algunas piezas más que vengan a ocupar los espacio vacíos.

A mí me viene fatal para lo mío que los procesos sean demasiado aparatosos; me he propuesto investigarlas si las sensaciones vienen un poco tristes e intentar disfrutar de los escasos momentos placenteros. Esto es. Hay que recomponer las piezas.