Estos días estoy de vueltas con Bolaño,
en este madrid solitario de puente;
maravillosos días de primavera otoñal
(o como quiera que se llame
ahora esta estación, pues si existen cambios
en el clima, yo voto por renombrar las cosas)
hoy he descubierto que no tengo un incienso
si no un ficus repens
que ha estallado en flores.
(Plectranthus madagascariensis marginatus
¿se ha visto nunca un nombre más hermoso?)
Hablaba de Bolaño y de su tremendo impacto.
Me atrapa. Me fascina.
Qué pena que me vea un poco burgués
para el realismo visceral.
Anarkoburgués, replico,
y me dice que ya no cuela.
Busco en internet
los mejores momentos de cada vida;
las rotaciones con dirección inesperada
de estos derviches que de tanto girar
se les ha quedado borrosa la cara
aunque bien claro el gesto y las palabras.
Un café debe empezarse caliente
y el último sorbo tiene que estar frío
(y otra vez Bolaño)
Hay que dejar a un lado lo estético
me digo cuando veía
el peso de las cosas tan negro;
encuentro
en Cantaloupe Island
ese tipo de consuelo
al que le pega el oscuro
(casi se convierte en una entrada)
y después , no sé por qué,
pienso en calamaro y buscó una canción en concreto,
y no hay vídeos
nada más que una foto fija.¿Quiénes serán?
5 comentarios:
olvida las etiquetas y sigue siendo bueno, como poeta y como persona; y malo como enemigo; y perverso cuando divierta, ¿no?
Bolaño me ha traído de calle por varias ciudades. Pobrecito.
(certero tu poema; intenso; cercano).
Será, será... el cambio de estaciones.
Los imagino, fíjate tú, en un lugar muy muy frío, despojados de chaquetones y guantes, dentro de un lugar cálido y recogido, con mucha gente desconocida y hermosa alrededor.
Y tú qué, de quién te rodeas? Nos vemos pronto (en lugar cálido y recogido que no sea tu casa) (nada contra tu casa: es que para apreciar los sitios cálidos y recogidos es mejor antes pasar frío en la calle) (y no sé si me explico, compañero)
Un abrazo desde la lucidez (relativa) que da la vuelta de vacaciones!
¡Robe!!!
Pues fíjate que yo los imaginaba más o menos como tú, Miguel. ¿No serías tú el que estaba haciendo la foto, no?
Ya te notaba yo algo así como lo de Bolaño, amigo Nán. Gracias por mirar con ojos benevolentes.
¡Lara!!! No nos vimos pero nos veremos. En algún momento, en cualquier sitio.
Bolaño se cuela por todas las calles de Madrid. hay una senda maldita donde jamás serás un burgués
Publicar un comentario