jueves, 5 de enero de 2012

sin arreglo


Alguna vez,
en el pasado,
me pregunté
qué haría yo sin ella
en mi mundo.

En estos días
encuentro la respuesta.

Ausencia
eres hoy.

4 comentarios:

Rober dijo...

Hay que arrimar el hombro.
O al menos eso dicen
los que nunca se manchan
y no han visto un escombro.

Hay que arrimar el hombro:
el tuyo con el suyo,
sin armar más barullo.
Me asombra vuestro asombro.

Unas grupis nerviosas
preguntan por la pasta
de una forma entusiasta
con pancartas capciosas.
Rodean los mercados
que llaman de valores,
lanzan al aire flores
que caen en los juzgados
alfombrando las filas
tan tristes de parados
que sin gran retahíla
hablan a los jurados
pero solo consiguen
decir el padrenuestro:
“Perdona al que persigue,
da poder al siniestro”.

Y un corifeo dice
¿dónde vas calavero?
Tan triste y sin dinero,
con tantas cicatrices.
Responde: al matadero.
Y el corifeo hueco:
Buen viaje, compañero.
Se va. Ni queda su eco.

Si ningún político,
con perdón, interfiere
habrá un sitio mítico
de esos donde se ingiere
el champán de los pobres
bendito matarratas
que al meterte en el sobre
saca el frío por patas
y da igual que no cobres
las comidas de latas
las bebidas baratas
la lengua tan salobre.

Y pasa acelerado
el momento oportuno…
va tan bien disfrazado
que no lo ve ninguno.

Ellos nada más sueñan
que su primer amor
no los abandonó.
Ellos nada más sueñan
un buen sofá mullido
una cena caliente.

Sueñan amargamente
que esto tiene sentido.

Lara dijo...

Poema escondido.
Bomba va.

Reb dijo...

¿y por qué escribes sobre ella?

Rober dijo...

Inexplicablemente escribo sobre un montón de cosas. Y tan dispares todas, Rebeca...