La casa se quedó pequeña
y me pesaba hasta el alma,
me pesa.
Despienso si llamo y no contesta,
me paro, dudo y sigo
caminando de acá para allá,
preguntándome
adónde ir
si tengo escarcha en la garganta
y en la frente una marca de carmín.
Feroz contra el mundo
besos, dentelladas, humo;
(ni tanto supuso
ni me queda sabor a nada)
Todavía
me consuela un poco
la autodestrucción de los versos
este no saber distinguir
la realidad y el deseo
lecciones mal aprendidas
(soñar sale muy caro)
(pedir perdón o pedir permiso)
(no olvidar las agallas para bucear la vida)
y sin desmerecer del todo a la esperanza
llamo y espero que suene
una, quizás dos veces,
y contestes,
mi querida.
6 comentarios:
Este sí es el oficio más difícil del mundo
¿El oficio de vivir o el oficio de poeta?
el de vivir siendo poeta
soñar es muy barato si uno maneja bien los intereses que los cabrones sueños se cobran durante el día
¿nos vemos?
Me refería más bien a ese de llamar y esperar que contesten
¡Hola Aroilla! Yo estoy en Madrid transcribiendo horas de entrevistas. Así que cuando quieras. Lucharé por dejar la grabadora en casa.
Querida Freedom ¿y lo bien que sienta cuando contestan al primer timbre del teléfono? Vuelve ya, anda, que te echamos de menos. Feliz cumpleaños, por cierto...
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